poema de Belgrano C

faltan cuatro minutos para el próximo tren
y dos días para el final de noviembre
la humedad – el ramen en que flotamos
luego nos chupará el desagüe
fideos escupidos en la pileta de la cocina
entonces será año nuevo y brindaremos a salvo en cenas familiares en las que todxs están más viejxs y más tristes
no soy optimista
puedo ver la desaprobación rápida como un chasquido de la lengua
no soy optimista y me la banco
de la tristeza armo castillos de naipes

 ***

el gris se vuelve oscuro
la tarde atraviesa también el arco que se abre al barrio chino
los techos rojos, los dragones felínicos
uno a cada lado
el tiempo serpentea entre los pequeños locales donde compramos pinchos de zapallo dulce y albóndigas de pulpo
la china que atiende hace todo ella, el muchacho que la acompaña, quizá su hijo, apenas si puede venderle Melona a la gente que pasa y no sabe que los Melona son Melona
y no helados
y nada más para el muchacho, no toques los pinchos, cómo es posible que no entiendas que debes tomar los de verdura de la bandeja de abajo, intentas pinchar con tanta torpeza la albóndiga que falta que me avergüenzas, pienso que piensa la china
una piba pregunta si las rabas son pescados y ninguno responde
el tren se atasca en el andén número dos, el altavoz llama a quienes se dirijan a Tigre y paradas intermedias a cambiar de andén
y vuelven a faltar cuatro minutos para el próximo tren

***

quizá el muchacho nunca aprenda a pinchar albóndigas cuando se separan del pincho
quizá la china lo reprenda por siempre por haberse confundido cerveza con sprite
la tormenta se acerca, se afila las uñas en el cadáver de noviembre y bosteza
el abismo de fin de año
un zarpazo del dragón felínico
las nubes van hacia el norte
dice un hombre sentado en la estación esperando el tren a Retiro
las nubes van hacia la tienda de Feng Shui y se arremolinan en la bola de cristal del Buda en la vidriera empolvada
la gente se agolpa sobre calle Arribeños
el cielo se cierne sobre el barrio chino

***

pienso en Jack Kerouac atravesando fantasma el portal, la tormenta su capa larga barriendo el polvo de la calle y la mugre de la gente
Jack Kerouac caminando el barrio chino en silencio
Jack Kerouac borracho esperando el tren en Belgrano C
Jack Kerouac con zapatos gastados de tanto ir y venir por la misma calle mirando los Budas y la comida frita
Jack Kerouac con los pies sobre la línea amarilla y el tren que llega
en cuatro minutos

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