Entradas

Mostrando entradas de julio, 2015

ficción Nº9

te acordás cuando te escribí ese poema me habías preguntado cómo te veías las luces te teñían la cara y te movías lento te acordás que te lo leí en un callejón yendo a ver alguna banda te acordás que no chapamos ese día depués nos mandábamos mails cincuenta kilómetros de fibra óptica no, y no vas a acompañarme hasta casa atravesando la niebla de la peatonal con olor a todas las panaderías del centro arrancando afiches de recitales de las viejas cabinas telefónicas no vas a mostrarme Grooveshark ni chapar escuchando SoKo no, apenas me llevo: hablarte una vez al oído buscarte muchas hasta cruzar miradas, la poca conversación que entablamos sobre entradas a doscientos pesos y cómo parece caro porque es acá pero para esa banda está re bien y además viene con el disco nos pusimos de acuerdo en que todo es relativo pero te fuiste antes y sin saludar, como un cobarde antes de que pudiera preguntarte si te bajaste el nuevo de Wilco si te había gustado yo pe

mochica

hice prospecciones inútiles para desentrañar la diferencia entre lo humano y lo cósmico hay rayos que traspasan los cuerpos sin rebotar contra nada hay fragmentos que se dispersan sin rebotar contra nada aprendí a no juntarlos a dejarlos yacer en superficie no coleccionar piezas que no forman nada no juntar las partes que no son parte de nada o de algo que no soy yo el barro cocido no es barro hay sentidos que está bien que sean opacos el caos pervierte el pensamiento los modelos ordenan la evidencia para predecir dónde encontrar lo que ya encontramos un elemento de un elemento de toda similitud es hermandad toda mezcla es conjunción cuando todo está en ruinas escarbar con desesperación sobre el limo compactado no sirve para nada excepto en arqueología las pirámides se alinean con las montañas la procesión desborda la plaza circular lo sagrado desborda lo sagrado en el recinto esperan los fuegos que nunca se apagan en el recinto esperan l

nada de esto cabe en oscilaciones cuánticas, sólo la incertidumbre cálida como un gato dormido

la canción del pastel de miel chorrea por el parquet del living llega a la sobremesa tenue y se condensa contra la ventana la noche más larga del año hubo un segundo de más los relojes no se enteraron ella con el mentón sobre las rodillas pregunta cuánto dura un segundo chasquea los dedos para responderse hay una certeza de libertad y no de angustia: ningún segundo pude cambiar nada después ajusta la velocidad de obturación hacia fracciones irracionales que sólo la luz habita del otro lado del portón es invierno los adoquines de calle nueve están pelados como los árboles que levantan las baldosas dos planetas se conjugan al ocaso y la luna sobre los techos parece tiza en la nube densa –eso es frío, diría mi abuela

sobre vampirxs (II)

este es el cuarto tazón de té verde para el que pongo la pava en el fuego pienso que me gusta tanto la noche que en otra vida debo haber sido vampira ahí me miraría las manos y entendería que todo pasado es ilusorio para las vampiras que nos enamoramos de cuellos muertos para conciliar la existencia este es el último saquito de té pero lo voy a usar de vuelta pienso que entonces no ha sido el último que será el último dos veces las pistas son fragmentarias la premisa demasiado débil aunque me siga gustando la noche la veracidad de lo abandonado persiste como murmullo de fondo con el tazón en la mano y el agua pasada de hervor apago la luz del living, me olvido la de la cocina retrocedo unos pasos, la gata duerme en la silla la casa queda a oscuras y algo cruje me apresuro a encender la luz del living otra vez veo a la gata mirar el crujido invisible con sus ojos que penetran en otras dimensiones si me vienen a buscar me voy a h