sábado (II)

tengo que creerme los mantras que repito cuando los fantasmas de viejos amores revolotean sobre mí como buitres
el cuaderno en el que te enterré asoma apenas desde el placard y yo
encuentro cuadernos nuevos en los que seguir tu sepulcro
este duelo infinito de noches en las que añoro otras noches con alguien que poco se parece al que me espera en la panadería del barrio y me venda los ojos antes de llevarme a su casa
de este barrio que nos abraza a todxs sin que nosotrxs nos veamos
la luz del día no atraviesa nuestros cuerpos
excepto los besos una mañana
un sábado hace muchos
la curva del abrazo marcada en el aire que la brisa del Este se llevó lejos al doblar por la avenida
para que nadie nos viera

parece que siempre es sábado en los cuadernos
sábado de San Valentín que dije: no pasarás, y tras la tarde discutiendo las miserias del amor romántico aquí estás
levantándote desde un puñado de células muertas en mi almohada
elevándote torpe pero certero desde las grietas del parquet, tomando del vaso de Martini caliente, acercándote a la ventana después de robarte el encendedor naranja que está junto al cuaderno este en el que escribo
posando un
-ya no recuerdo qué cigarrillos fumabas, suaves, paquete azul, los primeros cigarrillos que juzgué ricos-
Gitanes
en tu boca, sobre los labios carnosos a los que todas las fotografías que no tomé estaban dirigidas como dardos
a vos y tu boca y el cigarrillo suspendido, la despreocupación sensual de la mano que lo enciende
la primera bocanada, la electricidad entre la frase que hilás enseguida y la manera en la que sacudís las cenizas por el alféizar

sábado de San Valentín que miro el teléfono y el avatar de Bowie casi avatar de vos mismo, escondés tu última conexión y yo me quedo viendo, quizá
vos también te quedes viendo y el vacío diga en línea
te decidas a hablarme y me cuentes
de tu viaje al norte mientras yo en el sur, de tus noches sin la chica de pelo corto del domingo pasado
una de estas mañanas vas a encontrarme borracha en la puerta de tu casa y yo no voy a poder dar explicaciones al respecto
me va a llevar la policía y yo te voy a gritar hijo de puta
tus chicas se van a poner incómodas
quiero decir la chica de turno

acá es donde recuerdo que eras el pibe heteropatriarcal al que no le gusta usar forro
y me dan ganas de tirar todo a la mierda
el cuaderno a la mierda
el poema a la mierda
escribirme por todo el cuerpo
que no te extraño ni te quiero cerca, pero me olvido
todo el tiempo

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